Hoy no es mi cumpleaños

Estos días han sido muy difíciles. En general he estado en un constante “síndrome del impostor”, que no quiero llamarle así, porque no es una enfermedad, no es una condición. Cuando empezamos a encasillar las emociones en palabras o en expresiones como síndrome del impostor para mí se vuelve algo más complejo, dejamos de ver la base de la emoción. Así definamos cómo me siento.

Presión

Así que empecemos desde el principio. Yo no soy un ingeniero de software de profesión, es decir, yo no estudié nada relacionado con software, pero… A esto me dedico y hasta cierto punto considero que soy bueno y me gusta mucho, pero el no haberlo estudiado me ha detenido (o quizá me ha empujado) a avanzar más y creo que me hace cargar con un peso que no es necesario. Ese peso lo llamo inseguridad, en general me siento inseguro de no ser suficiente para mí trabajo y esto me ha llevado a dos vertientes siempre, a sentirme estresado todo el tiempo, a trabajar horas de más y a enfocar mí tiempo libre a estudiar, practicar y hacer más por crecer más.

En esta constante presión me he hallado una manera de yo mismo exigirme más para dar más. Aunque también, hay que analizar las cosas como son, ninguna profesión requiere que la estudies, la universidad no te da ni siquiera una buena base para dedicarte a algo, pero creo que a veces crecemos pensando que sí. A lo que quiero llegar es que, personas como yo hay en todas partes, personas que no estudiaron algo ni remotamente cercano a lo que se dedican, es más seguro hay personas que ni siquiera estudiaron y son muy buenos a lo que se dedican.

Creo que soy una persona muy autoexigente y quizá eso me ha llevado a sentirme mal conmigo mismo. He visto que esta autoexigencia es un método para avanzar, para crecer, y alimento esta autoexigencia con inseguridad. Quizá esa es la manera en la que he encontrado que trabajo mejor, pero en definitiva no quiero algo así. En los últimos meses he vivido más paz de la que había vivido en mucho tiempo, parte por como las cosas se me han acomodado, en parte por que yo me he esforzado por aprender a estar bien con lo que tengo y en definitiva prefiero esto, soy una persona que trata de hacer muchas cosas y no generan estrés para mí, pero me siento culpable de que no lo hagan.

Permiso (?)

Así mismo, creo que esta idea de “no haber estudiado software” me ha dado una excusa para hacer las cosas mal, y he ahí el problema. No creo que requiera de una excusa para hacer las cosas mal, para no saber algo, no necesito decir “es por que no estudié…” para decir “no supe hacer esto”. Y quizá el poco permiso que me doy a fallar lo excuso con esto. Yo mismo le doy a mí cabeza una razón para fallar, y si fallo, es por eso y no por el ciclo natural de las cosas.

Creo que yo tengo permiso a regarla y eso no me hace menos “suficiente”, eso le pasa a todos y creo que es normal. Es increíble cuántas cosas genera nuestra cabeza en torno a nosotros mismos, quizá un poco egocéntrica esa idea ahora que lo pienso. Pero creo que yo mismo me debo de dar ese permiso.

Siempre he creído que la vida debe de vivirse desde un gris y creo que hay un gris entre la exigencia y la compasión. Es importante tenerse compasión a uno mismo, saber que no pasa nada si decido descansar y no pasa nada si fallo o si levanto la mano para preguntar algo. Pero también es importante exigirse, querer crecer, sacrificar un poco del goce para alcanzar las metas que tengo y no dejar que las cosas que la vida me pone enfrente me hagan dudar de esto.

Honestamente no sabía a dónde iba a llegar con este post, he estado trabajando en un proyecto personal y le he estado dando mucho de mí tiempo libre y quería darle estos minutos a eso, pero me decidí a exigirme a escribir por que honestamente no me había sentido muy bien y ciertamente esto ha sido una buena catarsis. Me alegra haberlo hecho.

Hace un rato escribí de como quiero que sea mí vida ahora, quiero vivirla como si fuera mi cumpleaños, si quieres entender a qué me refiero, puedes leer ese post aquí, de hecho es mí post más leído, estos días no han sido mí cumpleaños, pero ponerme a escribir me ha ayudado mucho para regresar a eso. Aunque el día es malo, no puede ser tan malo por que hoy es mí cumpleaños.